REGALOS EXPIATORIOS


Hay pocas cosas mejores que recibir un regalo (a excepción de un polvo). A veces esperamos ansiosos en fechas como nuestros cumpleaños, festividades, y aniversarios, sabiendo que aunque sea vamos a ligar un par de medias o un llavero. Sea lo que sea, el regalo representa el cariño que esa persona nos tiene, y su entrega siempre es un motivo de alegría (y del régimen capitalista).

Sin embargo, hay otro tipo de regalos: los regalos sorpresa, esos que no esperamos, esos que nos llevan a preguntarnos el verdadero motivo en medio del asombro y la satisfacción…


Cita: -Tomá… esto es para vos…
RdM: -¿Eh?, ¿qué es esto?
Cita: -Un regalo.
RdM: (¡No me digas!) -¡Uhhh, gracias!, pero… ¿por qué? (cuando hace una semana me dijiste que te daba sólo para garche porque estabas confundido con tu ex, forro)… digo, ¿es mi cumpleaños?, ¿qué onda? Jajaja.
Cita: -Por nada, tenía ganas de regalarte algo…







Un poco de Historia, ignorantes

“Tan pronto como su moneda suene dentro del cofre, el alma de sus amigos ascenderá del purgatorio al cielo” (Juan Tetzel, Alemania, 1517, Vendedor de Indulgencias)



Siglo XVI.
El Papa de turno de la Iglesia Católica quería terminar el templo de San Pedro en Roma, y necesitaba grandes cantidades de dinero (supongo que también para irse de put@s, no seamos tan ingenuos), así que recurrió a una buenísima: ya en los principios del cristianismo, tratar de obtener indulgencias era una práctica medianamente frecuente, necesitando mortificaciones varias para obtenerlas.

¿Qué es una indulgencia? Una indulgencia es la obtención del perdón de los pecados a cambio de algo, y lo que en un principio se lograba con sacrificios, desde la Edad Media, y particularmente con la corrupción sucesiva, empezó a comprarse con dinero. Una indulgencia pasó a ser entonces un documento firmado por el mismo Papa, en el cual (de acuerdo a la cantidad en metálico) se perdonaba de todos sus pecados no sólo al poseedor del documento, ¡sino también a sus amigos vivos o muertos! (NE-GO-CIÓN).


Por si queda alguna duda de la vigencia de esta práctica, transcribo una cita de la Constitución Apostólica “Indulgentiarum Doctrina”, emitida por el Papa Pablo VI (1967):
El fin que se propone la autoridad eclesiástica, al otorgar las indulgencias, está no sólo en ayudar a los fieles cristianos a expiar las penas debidas, sino en impulsarlos a practicar obras de piedad, de penitencia y de caridad, mayormente las que sirven al incremento de la fe y del bien común...” (El subrayado es mío eh, no son taaaaan obvios…)

La limosnita de hoy financió otrora cosas tales como las Cruzadas y la construcción de Templos desde el siglo XII, hasta que finalmente alguno tenía que cuestionarse algo. Apareció Martín Lutero a romperles el orto, denunciando:
“El elemento financiero adquirió enorme volumen en las indulgencias de cruzada, porque los fondos (diezmos) que de ellas se recaudaban eran tan fuertes, que con ellos les era posible a los reyes y a los papas sostener las guerras contra los infieles.”.
Así, se desencadenó el quiebre más importante de la Iglesia Católica: la Reforma Protestante.


Che, regalo a cambio de perdón… me está sonando conocido… ¿a vos también te suena?






A ver, chicos, ¿qué es esta mierda judeocristiana de regalar cosas cuando nos inunda la culpa, qué es lo que queremos lograr, cuando es una antítesis conceptual que un regalo sea en nuestro propio beneficio?



Pretender que un peluche sea la ofrenda del perdón no sólo es insuficiente, sino que es irónico: el mismo objeto, símbolo de vuestra culpa y destinado a hacernos olvidar la ofensa, será el recordatorio tangible de dicha falta, y cada vez que miremos al osito de $10, a nuestra memoria volverá el recuerdo de que se la chupaste al vecino.

No hay objeto que sirva para borrar el pasado: es una corrupción del sentido común. Mejor cagate a latigazos como los primeros cristianos. No sé si te voy a perdonar, pero seguro me voy a divertir...


LENGUA CON RENEGADO: Verbo Googlear



No sean malpensados, que no meto lengua hasta la segunda cita.
Inauguramos una nueva sección en Renegado de Mierda para todos los malditos analfabetos que pululan por la red.

Más que una intención educativa, me propongo fomentar la cultura para no desechar chongos tan rápido (y coger más seguido), evitando las convulsiones lingüisticas pre-coito.

Hoy presentamos el verbo Googlear.
Sí, ya se introdujo en la Real Academia Española, forros. Estoy harto de ver escritas aberraciones como “Gogliar”. A ver si aprenden a escribir cosas que habitualmente hacen eh.

Ok, basta.
Lean y memoricen la correcta conjugación como si fuera una dirección de una página de chotas XXL.
Gracias.



Conjugación de googlear
primera conjugación
Formas no personales

Simples
Compuestas
googlear
haber googleado
habiendo googleado

Formas personales
singular
plural
primera
segunda
tercera
primera
segunda
tercera
yo
 1
vos2
él / ella
usted
nosotros
nosotras
vosotros
vosotras
ellos / ellas
ustedes
Tiempos simples
Tiempos
compuestos
hemos googleado
habéis googleado
había googleado
habías googleado
había googleado
habíamos googleado
habíais googleado
habían googleado
hube googleado
hubiste googleado
hubo googleado
hubimos googleado
hubisteis googleado
hubieron googleado
habré googleado
habrás googleado
habrá googleado
habremos googleado
habréis googleado
habrán googleado
habría googleado
habrías googleado
habría googleado
habríamos googleado
habríais googleado
habrían googleado
yo
 1
vos2
él / ella
usted
nosotros
nosotras
vosotros
vosotras
ellos / ellas
ustedes
Tiempos
simples
Tiempos
compuestos
haya googleado
hayas googleado
haya googleado
hayamos googleado
hayáis googleado
hayan googleado
hubiera googleado
hubieras googleado
hubiera googleado
hubiéramos googleado
hubierais googleado
hubieran googleado
hubiese googleado
hubieses googleado
hubiese googleado
hubiésemos googleado
hubieseis googleado
hubiesen googleado
hubiere googleado
hubieres googleado
hubiere googleado
hubiéremos googleado
hubiereis googleado
hubieren googleado
yo
 1
vos2
él / ella
usted
nosotros
nosotras
vosotros
vosotras
ellos / ellas
ustedes